Ácido fólico y vitamina B12: El ácido fólico actúa desde el inicio de la gestación, por lo que se recomienda su suplementación en la mujer embarazada. Esta vitamina contribuye al crecimiento de los tejidos maternos durante el embarazo. Una ingesta suplementaria de ácido fólico incrementa el nivel de folato materno. Una cantidad baja de folato materno es un factor de riesgo de defectos del tubo neural en el feto en desarrollo. Se informa que este efecto beneficioso se obtiene con una ingesta diaria suplementaria de ácido fólico de 400 µg durante al menos un mes antes de la concepción y hasta tres meses después de esta. Además, el ácido fólico y la vitamina B12 contribuyen al proceso de división celular.